La Relación entre Estados Unidos y Colombia Tras el Magnicidio de Miguel Uribe
En una entrevista exclusiva con NTN24, la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Natalia Molano, expresó su profundo pesar por el asesinato del senador colombiano Miguel Uribe. Este triste evento ha generado una serie de reacciones tanto en Colombia como en el extranjero, y Molano destacó la solidaridad de EE.UU. con el pueblo colombiano y la familia del funcionario fallecido. La muerte de Uribe plantea interrogantes sobre el clima de violencia política en Colombia y la fortaleza de las relaciones bilaterales con Estados Unidos bajo el gobierno de Gustavo Petro.
Molano centró su atención en las declaraciones del presidente Petro, quien insinuó la posibilidad de impedir el ingreso del subsecretario de Estado Christopher Landau a Colombia para asistir a los funerales de Uribe. “Esa retórica es preocupante”, afirmó. Molano enfatizó que la meta de EE.UU. es mantener a Colombia como un socio democrático vital, no solo para la seguridad binacional, sino también para la estabilidad del hemisferio. Este tipo de tensiones políticas podría afectar significativamente la cooperación entre ambas naciones, que es vital en temas de seguridad y narcotráfico.
El subsecretario Landau había realizado un viaje a Colombia con el objetivo de presentar las condolencias del pueblo estadounidense y mostrar apoyo incondicional tras la pérdida del senador. Molano comentó que Uribe ofrecía una perspectiva valiosa y que, en un contexto democrático, no debería haber lugar para la violencia política. Este evento resalta la necesidad de un discurso que promueva paz y unidad, en lugar de divisiones, especialmente en momentos de crisis.
La portavoz también hizo hincapié en la importancia de que Colombia, a través de sus instituciones y su ejército, pueda encaminarse de nuevo hacia la paz y la democracia. Es un momento crítico para el país, y Molano enfatizó que no se debe permitir un retroceso hacia la violencia política. La estabilidad de Colombia repercute directamente en la seguridad de la región, y Estados Unidos está comprometido a actuar como un aliado en este proceso de saneamiento.
El secretario de Estado Marco Rubio también ha abordado la situación, enviando un mensaje claro al pueblo colombiano: Estados Unidos siempre estará dispuesto a ayudar al país a combatir la violencia, tanto política como relacionada con el narcotráfico. Este tipo de violencia no solo socava la confianza en las instituciones, sino que también impide el desarrollo social y económico. Por lo tanto, la cooperación entre ambos gobiernos es esencial para enfrentar estos retos.
Finalmente, Molano hizo un llamado a los líderes colombianos para que adopten un lenguaje que promueva la paz y la reconciliación. “Es muy importante que el Gobierno de Colombia use un discurso que busque unir, y no dividir”, subrayó. La forma en que los líderes se comunican puede tener un impacto profundo en la sociedad y en los esfuerzos por restaurar un clima de paz. La relación entre Estados Unidos y Colombia siempre ha estado basada en la colaboración, y es fundamental que continúe siendo así en estos momentos turbulentos.













