Aumento de Desapariciones Forzadas en Venezuela: Informe de Amnistía Internacional
La situación en Venezuela se ha vuelto alarmante según un reciente informe de Amnistía Internacional (AI), que denuncia un “repunte” de las desapariciones forzadas en el país, especialmente tras las elecciones presidenciales de casi un año atrás. Se han registrado 15 casos en el último año, de los cuales 11 personas continúan en paradero desconocido. Este fenómeno no solo afecta a venezolanos, sino también a ciudadanos de otras nacionalidades, incluyendo colombianos, españoles, estadounidenses, ucranianos y uruguayos. La gravedad de esta situación resalta la falta de transparencia y el ambiente de miedo reinante en el país, donde la libertad de expresión y los derechos humanos están en constante amenaza.
Tras la reelección controvertida de Nicolás Maduro el 28 de julio de 2024, en medio de denuncias de fraude, el país ha visto un aumento en las protestas. Estos disturbios resultaron en la muerte de al menos 27 personas y más de 2,400 detenciones. AI ha manifestado su preocupación por la posibilidad de que muchas de las personas arrestadas arbitrariamente por razones políticas tras las elecciones hayan experimentado algún período de desaparición forzada. Esta situación pone de manifiesto la urgencia de abordar las violaciones de derechos humanos en Venezuela y la necesidad de una respuesta internacional.
Pilar Sanmartín, investigadora de AI, destacó en una reciente aparición que las autoridades venezolanas suelen negar la detención de los individuos, manteniéndolos en un estado de ocultamiento total. Esto crea un vacío de información que deja a las familias, amigos y abogados en la incertidumbre sobre la suerte de los detenidos. Sanmartín enfatizó que la desaparición forzada es un crimen grave, especialmente cuando forma parte de un ataque sistemático, considerándose un crimen de lesa humanidad. Este marco legal debe ser una base fundamental en la búsqueda de justicia y verdad para las víctimas y sus familias.
El caso de Manuel Alejandro Tique, un colombiano detenido arbitrariamente el 14 de septiembre de 2024, fue destacado por su hermana, Diana Tique, que hace un llamado urgente al Gobierno Nacional para establecer un diálogo con las autoridades de Maduro con la esperanza de encontrar una solución. Esta petición es un reflejo del deseo desesperado de las familias de los desaparecidos de obtener respuestas y claridad sobre la situación de sus seres queridos. Las historias personales subrayan la tragedia humana detrás de las estadísticas frías y las denuncias.
Viky Latorre, esposa de otro colombiano, Martín Rincón, quien fue detenido el 30 de septiembre de 2024, también compartió su experiencia. La desaparición de Rincón dejó a su familia en la angustia hasta que, meses después, recibieron una llamada que sirvió de “prueba de vida”. A pesar de este breve contacto, Latorre expresó su frustración por el escaso progreso en las gestiones realizadas con las autoridades colombianas para liberar a los detenidos. Ella y otras familias claman por la pronta liberación de sus seres queridos, denunciando que están siendo detenidos injustamente solo por ser extranjeros en Venezuela.
Las historias de Tique y Latorre son apenas ejemplos de un problema más amplio que afecta a muchas familias en Venezuela. Las desapariciones forzadas subrayan no solo la violación de derechos humanos, sino también el impacto devastador que estas situaciones tienen en las comunidades. Es fundamental que la comunidad internacional continúe denunciando estas violaciones y apoyando los esfuerzos para que se respeten los derechos fundamentales de todas las personas, sin importar su nacionalidad. La presión internacional puede ser clave para lograr un cambio en la situación actual en Venezuela y ofrecer esperanza a quienes viven en la angustia diaria de la incertidumbre sobre sus seres queridos.
Amnistía Internacional hace un llamado a la acción, instando a gobiernos y organizaciones a no permanecer en silencio ante esta crisis humanitaria. La denuncia de las desapariciones forzadas en Venezuela debe convertirse en una prioridad global, ya que la justicia y la verdad son derechos que deben ser reclamados para todos, independientemente de su origen. La lucha por los derechos humanos en Venezuela sigue siendo crucial, y la voz de las víctimas y sus familias debe ser escuchada y respaldada para poner fin a la impunidad y exigir el respeto de la dignidad humana.













