Cierre de Radio Mundial en Táchira: Un Golpe a la Libertad de Expresión
La emisora Radio Mundial, con 70 años de historia, ha sido cerrada en el estado Táchira, Venezuela, por orden de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Este hecho resalta no solo la situación de los medios de comunicación en el país, sino también cómo las decisiones de las autoridades impactan directamente en la vida de las comunidades locales. En una reciente entrevista con NTN24, el director de Radio Mundial, Nelson Chacín, expuso las circunstancias que rodean el cierre de la emisora, cuya misión siempre ha sido servir a la comunidad.
Nelson Chacín explicó que la problemática comenzó el año pasado, cuando recibió una comunicación de Conatel que alegaba que la emisora se había conectado tarde a una transmisión conjunta. Chacín defiende que esta demora se debió a la falta de energía eléctrica, una situación común en muchas regiones de Venezuela. La necesidad de estar conectado y ser parte de una red de comunicación más amplia se complicó por la infraestructura deficiente que enfrenta el país, lo que pone de manifiesto los retos que enfrentan los medios independientes.
El cierre de Radio Mundial no solo representa la pérdida de un medio de comunicación, sino también la privación de una fuente de información para muchas comunidades. Chacín lamentó que ahora las personas que residen en zonas montañosas y alejadas no tendrán acceso a una programación que siempre ha estado en sintonía con el pueblo, independientemente del gobierno en el poder. Este anuncio pone de relieve la importancia de la diversidad de voces en el panorama mediático, fundamental para una democracia saludable.
Además, Chacín recordó que, sin Radio Mundial, algunos residentes podrían verse obligados a buscar otras fuentes de información. Esto, en un contexto donde las emisoras que transmiten desde Colombia podrían ser las únicas alternativas para aquellos que desean escuchar noticias y música. La preocupación se centra en cómo esto puede afectar la identidad cultural de la región al alterar la forma en que las personas se relacionan con su país y su historia.
La situación de Radio Mundial es solo un ejemplo más de las restricciones a la libertad de expresión que se viven en Venezuela. Desde el cierre de medios hasta la persecución de periodistas, el panorama es cada vez más sombrío. Sin embargo, la comunidad continúa buscando maneras de resistir y encontrar alternativas para mantener viva su voz. La conexión emocional que los oyentes tienen con su emisora refleja la importancia de los medios comunitarios en la construcción de un tejido social cohesivo.
La salida del aire de Radio Mundial es una tragedia no solo para sus empleados y oyentes, sino para la historia de la radiodifusión en Venezuela. El hecho de que una emisora con tanto legado se haya visto obligada a cerrar sus puertas es un recordatorio de que la lucha por la libertad de expresión y pluralidad de medios sigue siendo una batalla crucial en el país. Con el cierre de radios como esta, la inquietud persiste sobre qué otros medios estarán en riesgo y cómo se podrá salvaguardar la libertad de información en el futuro.