La Reanudación de Operaciones en la Refinería Cardón: Un Paso Hacia la Recuperación Energética de Venezuela
La refinería Cardón, ubicada en el Centro de Refinación Paraguaná, ha reactivado recientemente su craqueador catalítico fluidizado después de un prolongado periodo de inactividad que se extendió por más de un año. Esta unidad es fundamental para la producción de combustibles para motores y su regreso a la operatividad representa un claro indicio del esfuerzo por revitalizar el sector energético del país. A pesar de esta reactivación, el complejo todavía enfrenta desafíos significativos, operando sólo con un 20% de su capacidad total.
Detalles de la Operación
Cardón tiene la capacidad de procesar hasta 88,000 barriles diarios (bpd) en su craqueador, pero ha comenzado su funcionamiento a una capacidad reducida de 26,000 bpd. Esta limitación es preocupante, dado que el complejo podría estar sacando un mayor provecho de sus instalaciones. Actualmente, Cardón también cuenta con una unidad de destilación de crudo que opera a aproximadamente 50,000 bpd, muy por debajo de su capacidad de 310,000 bpd. Esta situación refleja la precariedad en la cual se encuentra el sector de refinación en Venezuela.
El Contexto de la Industria Petrolera
El complejo de Paraguaná incluye otra refinería importante, Amuay, que ha estado trabajando a solo 137,000 bpd, una cifra que contrasta drásticamente con su capacidad total de 645,000 bpd. Este panorama escaso de producción resalta las severas restricciones de la industria petrolera en el país, exacerbadas por problemas técnicos y la falta de insumos adecuados. Históricamente, Paraguaná ha sido un eje central en la producción de combustibles en Venezuela, pero la vitalidad de este centro se ha visto comprometida.
Fuentes de Crudo y Suministros
La refinería Cardón ha comenzado a recibir crudo de diversas fuentes, lo que es un paso positivo hacia la diversificación de sus suministros. Los mejoradores de Petropiar y Petromonagas, junto con el crudo proveniente de la costa oriental del estado Zulia, están contribuyendo con el suministro que necesita el complejo para operar, aunque todavía se encuentran condiciones de limitada capacidad. Esta diversificación es crucial para asegurar un flujo constante de crudo, lo que impactará directamente en la producción de combustibles.
Perspectivas para el Futuro
A medida que Cardón busca estabilizar su producción, los indicios son mixtos. La reactivación parcial de su craqueador catalítico es un aliento para la industria, pero el hecho de que el complejo opere solo al 20% de su capacidad instalada pone en perspectiva las dificultades que aún enfrenta. La recuperación del sector de refinación en Venezuela no solo depende de la reactivación de sus instalaciones, sino también de la mejora de sus infraestructuras y de una inversión sostenida en la industria.
Conclusión
La reanudación de operaciones en la refinería Cardón representa una oportunidad valiosa para la industria energética venezolana. Sin embargo, los retos son significativos. Con una capacidad actual de solo un 20%, es evidente que el camino hacia la recuperación es largo y complicado. Para que el sector vuelva a ser competitivo, se necesitará un enfoque a largo plazo que involucre no solo la reactivación de plantas, sino también una consideración honesta de los recursos disponibles y las políticas energéticas que se implementen. Esto será fundamental para garantizar un suministro estable y eficiente que beneficie a la economía del país y a sus ciudadanos.
La situación en Paraguaná es un claro recordatorio de que, aunque el resurgimiento de la producción es posible, la estabilidad requiere de esfuerzos coordinados y sustentables que aborden las múltiples aristas de la crisis energética en Venezuela.













