Los Famosos Profiteroles de la Pastelería Mozart: Una Historia de Pasión y Tradición
La historia de la Pastelería Mozart se remonta a 1975 y tiene como protagonista a Giorgo Progonis, un pastelero de origen griego que llegó a Venezuela buscando construir un futuro después de los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Giorgo llegó a Caracas en 1955, decidido a dejar atrás su vida en Karditsa, Grecia. Armado solo con 30 dólares y una pasión inquebrantable por la pastelería, se enfrentó con coraje a los retos de un nuevo país donde no dominaba el idioma. Desde sus inicios, su enfoque siempre fue claro: crear dulces que deleitaran a la gente y, así, honrar las tradiciones de su familia pastelería.
La Creación de la Pastelería Mozart
El sueño de Giorgo finalmente se materializó en el emblemático local 102 del Centro Comercial Concresa, donde inauguró la Pastelería Mozart el 26 de abril de 1975. Aunque en un principio la pastelería iba a llamarse “Mi Arte”, un cambio en el nombre fue necesario para evitar confusiones con un establecimiento cercano. Con una socia de origen alemán sugiriendo la idea, decidieron llamar a la pastelería Mozart, un homenaje al famoso café austríaco que estaba en auge. Desde sus inicios, la Mozart se destacó gracias a sus recetas innovadoras, incluyendo el icónico profiterol, un postre que se transformó en la estrella de la casa.
Innovación en la Pastelería
Un elemento que distingue a la pastelería Mozart es la invención del profiterol, que Giorgo reinventó al rellenarlo con crema pastelera en lugar de helado. Esto se convirtió en una auténtica delicia, y su popularidad creció exponencialmente, tanto que los cliente no solo lo pedían los fines de semana. La "Torta Mozart", como la bautizaron, dejó una marca indeleble en la cultura gastronómica caraqueña y estableció a Giorgo como un pionero en la repostería.
Un Legado Familiar
La fortuna y el legado de la Pastelería Mozart no solo han perdurado a través de las generaciones, sino que han sido profundamente arraigados en la familia Progonis. A través de los años, las hijas de Giorgo, Fotiní y Dorita, se han encargado de continuar con la tradición de su padre, manteniendo las recetas y técnicas que han caracterizado a la pastelería. Ellas han ido modernizando el negocio sin perder de vista lo que su padre les enseñó: la importancia de la dedicación y la pasión en cada creación.
La Resiliencia de la Pastelería
A pesar de los múltiples desafíos, como la escasez de suministros y la crisis en el país, las hermanas Progonis aseguran que cerrar la pastelería nunca ha sido una opción. Su compromiso es firme: adaptarse ante las adversidades, honrando la herencia que les dejó su padre. Con un enfoque en la elaboración artesanal y un lugar destacado para el cacao venezolano, la Pastelería Mozart sigue siendo un símbolo de resistencia y perseverancia.
Celebrando 50 Años de Historia
A medida que se acercan al 50° aniversario de la Pastelería Mozart, la familia ha decidido rendir homenaje a Giorgo con la publicación de un libro titulado “Yo. Griego. Pastelero. Trabajo”. Este proyecto, impulsado por su nieto, recopila anécdotas y recuerdos que destacan la vida y obra de Giorgo. Con una primera tirada de 500 ejemplares, el libro busca preservar el legado de un hombre que no solo fue un maestro pastelero, sino también un símbolo de esperanza y superación. La Pastelería Mozart, con su emblemática oferta de profiteroles y otros dulces, sigue conquistando los corazones de los caraqueños y turistas, reafirmando su posición en la historia culinaria de Venezuela.