La Melodía de la Amistad: El Legado Musical de Milagros Figuera
La vida de Milagros Figuera fue un testimonio viviente de amistad y amor, descrita como la música que emana de la bandola, resonando con la identidad venezolana. Nacida el 15 de abril de 1963 en Caracas, su trayectoria musical y humana dejó una huella imborrable en quienes la conocieron. Amigas, amigos y familiares la recordarán siempre como un milagro en sus vidas, resaltando la belleza de su esencia y su conexión con la cultura venezolana.
Desde su infancia en Santa Rosalía, Milagros mostró un amor innato por la música. A los 7 años, comenzó su viaje musical cantando aguinaldos. Su tío le enseñó a tocar el cuatro, y rápidamente se unió al conjunto Estrellas de San Vicente, donde su talento emergió. Influenciada por sus padres, quienes le enseñaron el valor del amor y el respeto, Milagros también guió a su hermana Belkys en su camino musical. Juntas, compartieron momentos inolvidables que cimentaron su lazo y su pasión por la música venezolana.
Milagros no solo era una talentosa intérprete, sino también una gran maestra. Su formación en la Escuela de Música José Lorenzo Llamozas y en la Fundación Bigott en la década de 1990 la preparó para inspirar a futuras generaciones. Rocío Navarro, poeta y amiga, destacó su humildad y su capacidad para hacer que los demás se enamoraran de su identidad cultural. Como profesora, no solo enseñaba técnicas musicales, sino que también transmitía valores como el civismo y el amor por la patria, convirtiéndose en una fuente de inspiración para sus alumnos.
La amistad también fue un pilar importante en la vida de Milagros. Conocida por su calidez y espiritualidad, estableció lazos profundos con músicos y poetas de su comunidad. Entre ellos, el poeta Mario Fernández, quien destacó su colaboración en obras musicales que fusionaban géneros, mostrando su versatilidad y su gran conocimiento de la música popular. Milagros era una artista que derribaba barreras, convirtiéndose en un símbolo de unidad en la diversidad cultural de Venezuela.
Aunque Milagros Figuera falleció el 13 de agosto, su legado continúa vivo en el corazón de aquellos que la conocieron. Sus pasiones por la música y la defensa de su gentilicio resonarán eternamente. Belkys, su hermana, recuerda con cariño su compromiso por proteger a quienes amaba y su contagiosa sonrisa, elementos que definieron su carácter y su relación con el mundo. Cada melodía tocará por siempre el recuerdo de su vida.
Con más de 45 años dedicados a la música, Milagros se destacó como una de las primeras mujeres bandolistas en Venezuela. Dirigió agrupaciones, condujo programas radiales y participó en numerosas producciones discográficas. Su arduo trabajo fue reconocido con la Orden Municipal Palma de Chacao en 2004 y el título de maestra honoraria por la Universidad Nacional Experimental de las Artes en 2018. Su historia es un reflejo del poder de la música para unir corazones y preservar la cultura.
Milagros Figuera no solo fue una bandolista; fue un milagro dentro de un universo musical vibrante. Su legado perdura, invitándonos a conectar con el mundo mágico y vital que ella misma solía mencionar. A través de su música, su amor y su pasión, Milagros nos dejó un mensaje claro: siempre debemos encontrar la melodía que resuena en nuestro interior. Así, su memoria vivirá en cada nota, recordándonos la belleza de ser venezolanos y el poder transformador de la amistad.