Manuel Vilera: Un Talento Emergente en la Música Clásica Venezolana
Manuel Vilera es un joven compositor y cuatrista de San Juan de los Morros, Estado Guárico, que ha empezado a brillar con luz propia en el mundo de la música clásica en Venezuela. Este 2025 se perfila como un año próspero para él, quien ha presentado obras en importantes escenarios y ha recibido reconocimientos internacionales por su talento. Su carrera musical se inició de manera curiosa en 2007, cuando, buscando qué hacer, se topó con un cuatro quebrado que lo llevó a tocar por primera vez. Desde entonces, la música ha sido un pilar en su vida, influenciada por su familia musical, especialmente su padre, el cuatrista y lutier Arturo Vilera.
El pasado 22 de junio, Vilera presentó su obra “Súplica de la naturaleza” en el evento Re:/suena, que tuvo lugar en el prestigioso Teatro Teresa Carreño de Caracas. Este evento buscó resaltar la música venezolana contemporánea y Vilera destacó por su enfoque en el medio ambiente. Según él, su obra es “la voz de la naturaleza hablándole al ser humano” y busca generar conciencia sobre la importancia de cuidar nuestro planeta. La pieza se ejecutó magistralmente por el Ensamble Contemporáneo de Caracas y cuenta con un solo de trombón que forma el corazón de la composición, simbolizando el latido de la tierra.
Desde sus inicios, Vilera ha sentido una conexión profunda con la música, gracias a la fundación Unión de Folcloristas, donde creció rodeado de música llanera y el joropo. Habla con admiración sobre el apoyo constante de sus padres en su desarrollo artístico y personal. Recuerda que su padre es una figura esencial en su vida, un apasionado de su trabajo en la lutería que le ha enseñado el valor de la excelencia. Su madre, Ramona Hernández, le ha proporcionado el amor y la motivación necesarias para seguir adelante en su carrera.
El interés de Vilera por la música clásica se intensificó cuando se unió a El Sistema, un programa que promueve la educación musical en Venezuela. Esta iniciativa lo llevó a estudiar composición en la Universidad Nacional de las Artes (Unearte), donde ha tenido la fortuna de aprender de grandes maestros que han influido en su desarrollo musical. Su trabajo ha sido reconocido en diversas competiciones, destacándose con premios en el Concurso Internacional de Música Bach y el Concurso Internacional de Música Mozart, demostrando su capacidad para fusionar su herencia venezolana con técnicas clásicas.
Actualmente, Vilera es parte de la Orquesta de Cámara Henry Rubio en el programa Alma Llanera de El Sistema, mientras se prepara para graduarse como Licenciado en Música, Mención Composición. Su proceso creativo es disciplinado y lo inicia con una taza de café, un ritual que le permite concentrarse. Está trabajando en su tesis sobre un innovador Sistema Alfabético de Composición Musical, donde cifra textos en la armonía de sus obras, combinando la música con criptografía. Cada día busca componer una nueva melodía, reflejando su inquietud constante por crear. Se inspira particularmente en la naturaleza y en la belleza femenina, elementos que han influenciado gran parte de su obra.
La creación de “Súplica de la naturaleza” nace de una experiencia personal intensa, donde un incendio en San Juan de los Morros lo llevó a reflexionar sobre el impacto humano en el medio ambiente. La pieza no solo utiliza ritmos afro, que Vilera relaciona con los sonidos primordiales del mundo, sino que también sirve como una crítica artística sobre la necesidad de cuidar nuestro planeta. Aunque admira a compositores clásicos como Ludwig van Beethoven, Vilera ha encontrado su propia voz y estilo.
Con su visión artística, Vilera sueña con componer música para el cine, además de seguir creando piezas que integren su rica tradición cultural venezolana con la música clásica. Su ambición es la de crear un puente entre dos mundos, creando obras que tengan un impacto significativo tanto en el escenario clásico como en la vida cotidiana de su audiencia. En este sentido, su obra es un testimonio del poder de la música como herramienta de conciencia social y conexión humana, reafirmando que la tradición y la innovación pueden coexistir en armonía.