Venezuela y la Cultura como Respuesta a la Agresión Internacional
El pasado 20 de junio, Venezuela demostró su apoyo a la República Islámica de Irán a través de un evento cultural en la Casona Cultural Aquiles Nazoa, en Caracas. Canas y arte plástico, realizados por niñas y niños venezolanos, fueron utilizados como herramientas de expresión y resistencia ante las agresiones imperialistas y sionistas. Este encuentro no solo celebró la creatividad infantil, sino que también reforzó la solidaridad entre ambas naciones, simbolizando la unión frente a las amenazas globales.
En este acto, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, y el embajador iraní, Alí Chegini, se encontraron para discutir la importancia de la cultura como un medio para combatir la violencia. Villegas subrayó que el respaldo de Venezuela hacia Irán va más allá de los intereses nacionales, convirtiéndose en un posicionamiento humano que refleja un compromiso con la paz. Esta postura, basada en la solidaridad internacional, busca crear un frente cultural que desafíe las narrativas de guerra y conflicto.
El embajador Chegini, por su parte, agradeció el apoyo de Venezuela y destacó el poder curativo de la cultura. Afirmó que las formas de expresión artística son esenciales para sanar a una humanidad que sufre por las acciones de "asesinos, ladrones y terroristas". Estas palabras subrayan el papel del arte no solo como entretenimiento, sino también como un vehículo para la paz y la reconciliación en tiempos convulsos.
La presentación de grupos culturales como La Colmenita Bolivariana y el Semillero Alí Primera, así como una exposición de Misión Cultura, enriqueció el evento. La música popular y las expresiones artísticas no solo celebraron la identidad venezolana, sino que también sirvieron como un poderoso testimonio de compromiso y resistencia contra las injusticias. Todo esto, en un ambiente que promovió la armonía y la solidaridad, demostró que la creatividad puede ser un arma más efectiva que la violencia.
En un mensaje compartido en su canal de Telegram, Villegas dejó claro su compromiso con la causa, afirmando que “cada vez queda más claro para el mundo que una cosa es el sionismo y otra el judaísmo”. Este tipo de declaraciones destaca la intención de separar la ideología política de la religión, un paso importante en el discurso contemporáneo sobre conflictos internacionales. La crítica hacia líderes como Netanyahu resuena como un llamado a la acción para cualquier individuo que crea en la paz y la humanidad.
Finalmente, el evento fue un testimonio de que la cultura puede y debe ser un camino hacia la paz. El rechazo a la guerra y la violencia se tradujo en arte y música, proponiendo un futuro donde la solidaridad y el entendimiento cultural sean la norma. La convocatoria a "Alto al genocidio en Palestina y alto a la guerra contra Irán" refleja una conciencia global que busca unir a las personas en lugar de dividirlas. Es un recordatorio de que, a través de la cultura, se puede construir un mundo más justo y pacífico.