Asesinato de Fernando Hernández: Nuevas Pruebas Reafirman la Hipótesis del Homicidio
El caso del ganadero Fernando Hernández Merchán, asesinado el 30 de abril de 2023 en Arauquita, Colombia, ha tomado un giro significativo tras la realización de una prueba de luminol por parte del Cicpc, la cual refuerza la teoría de que su muerte fue el resultado de un asesinato a golpes. Su hija, Lisbeth Hernández, ha manifestado su contundente creencia de que "a mi padre le quitaron la vida de una manera violenta", desestimando así la versión inicial de muerte natural presentada por su presunta pareja, Magaly Darcy Arellano Rodríguez.
La muerte de Fernando Hernández ocurrió en el Hospital San Lorenzo, adonde fue llevado por Arellano, quien supuestamente lo encontró mal. Sin embargo, la aparente falta de acciones que rodean su cuidado inicial y las circunstancias en las que se trasladó al hospital han levantado muchas sospechas. Lisbeth ha solicitado la intervención judicial para investigar a cinco personas que, según ella, están directamente involucradas en la muerte de su padre, lo que indica que las investigaciones aún no ofrecen respuestas claras a este crimen.
Lisbeth presentó una querella formal el 7 de marzo ante el Tribunal Primero de Primera Instancia en Funciones de Control Penal de Apure, la cual se sumó al expediente abierto por la Fiscalía Tercera del Ministerio Público. El testimonio de las circunstancias que rodearon la muerte de su padre es inquietante: tras una mala noche en su finca, Hernández fue trasladado de manera irregular al hospital en un vehículo que, curiosamente, fue limpiado la misma noche por Arellano y otros. Este tipo de acciones han ido creando un rompecabezas que Lisbeth está decidida a resolver.
Además, el 6 de diciembre de 2023, como parte de la investigación, se realizó la exhumación del cadáver de Fernando en el Cementerio Metropolitano El Mirador. Esta intervención reveló resultados escalofriantes, ya que la médico patólogo determinó que la causa de su muerte fue un "traumatismo toráxico cerrado" que resultó en fracturas y heridas premortem. Este hallazgo ha sido crucial, ya que contradice la versión inicial de Arellano y ha llevado a una revisión completa de las circunstancias relacionadas con el asesinato.
A respaldar esta nueva teoría, Lisbeth también impulsó la realización de una prueba de luminol en la habitación donde su padre permaneció antes de su muerte. Los resultados arrojaron una positiva presencia de sangre, lo que sugiere claramente que allí ocurrió un acto violento. No obstante, la habitación había sido objeto de una limpieza meticulosa con cloro, lo que despierta aún más sospechas sobre el encubrimiento de un crimen.
A pesar de las evidencias que parecen acumularse en su favor, Lisbeth ha expresado su frustración ante la aparente inacción de las autoridades. Ella cuestiona por qué la Fiscalía, a pesar de tener fuentes de prueba sólidas, no ha procedido a imputar a las personas que considera responsables, incluidos Magaly Arellano, Javier Enrique Guevara, Florencio Antonio Chacón Montilva, Sandra Lisbeth Chacón Montilva y Fernando José Hernández Arellano. La falta de avances en la investigación, a pesar de la designación de dos fiscales nacionales, plantea interrogantes sobre posibles obstrucciones o falta de voluntad para hacer justicia en este caso.
En conclusión, el caso de Fernando Hernández representa no solo un crimen violento, sino un desafío a los sistemas de justicia que deben actuar en defensa de las víctimas. La valentía de Lisbeth Hernández al confrontar las circunstancias que rodearon la muerte de su padre es un testimonio de la lucha por la verdad y la justicia en medio de una red de complicaciones y adversidades. A medida que se siguen acumulando las pruebas, la presión sobre las autoridades es cada vez mayor para lograr no solo esclarecer los hechos, sino para asegurar que los responsables paguen por sus acciones. Esta historia subraya la necesidad de un seguimiento escrupuloso de las investigaciones criminales para lograr justicia y restablecer la confianza en los mecanismos judiciales.