Promoción del Vivero Escolar en Cojedes: Una Iniciativa Ambiental que Une Familias
El desarrollo sostenible y la educación ambiental son pilares fundamentales en la formación de nuevas generaciones. En el marco de este enfoque, se llevó a cabo una jornada formativa en el Liceo Nacional Bolivariano Luis Arias Andrade, ubicado en San Carlos, Cojedes. Bajo el título “El vivero escolar que une a las familias y protege nuestro ambiente”, esta actividad busca fomentar la conciencia ecológica a través del Programa Nacional Semilleros Científicos, en colaboración con entidades como el Centro Nacional de Investigación de Pesca y Acuicultura (Cenipa), el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (Minec) y el Instituto Nacional de Parques (Inparques).
Durante esta jornada, participaron 28 estudiantes que tuvieron la oportunidad de aprender sobre la importancia de los viveros escolares para la preservación del medio ambiente. Las charlas abordaron temas esenciales como la utilización adecuada del agua, la composición química de los ecosistemas, y la conservación del ambiente. Estos conocimientos son fundamentales no solo para la formación académica de los jóvenes, sino también para su desarrollo como ciudadanos responsables con el entorno que les rodea.
Una de las presentaciones destacadas fue la charla ofrecida por un representante del Minec, quien explicó en profundidad qué es un vivero escolar, sus objetivos y la importancia de cultivar plantas ornamentales, frutales, medicinales y forestales. Asimismo, los estudiantes participaron en prácticas de preparación de sustrato, una actividad que les permitió aplicar lo aprendido de manera práctica. El enfoque didáctico de la jornada buscó que los participantes no solo absorbieran información, sino que también desarrollaran habilidades prácticas que puedan aplicar en sus comunidades.
La capacitación incluyó una introducción a diferentes técnicas de siembra, entre las cuales destacó el mecanismo por avío, conocido como "bombas de semillas". Esta técnica agroecológica es especialmente valiosa en regiones de difícil acceso y tiene como objetivo la revegetación de áreas extensas. La inclusión de este tipo de prácticas refuerza el enfoque innovador del programa educativo, creando un puente entre la teoría y la acción.
El evento no solo se centró en la formación académica, sino que también buscó fomentar la unión entre las familias a través de actividades conjuntas. La participación de los padres y la comunidad es esencial para el éxito de los viveros escolares, ya que la colaboración familiar potencia los esfuerzos por proteger el medio ambiente y formar una cultura ecológica en la región. Este enfoque integral amplía el alcance del proyecto, promoviendo un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida.
En resumen, la jornada formativa en el liceo de San Carlos es un paso significativo hacia la creación de una sociedad más consciente y responsable con su entorno. La promoción de los viveros escolares no solo ayuda a preservar la naturaleza, sino que también fortalece los lazos familiares y comunitarios. Continúa siendo fundamental que estas iniciativas se amplíen y se mantenga la colaboración entre instituciones educativas y entes gubernamentales, garantizando así un futuro más sostenible para las próximas generaciones.