La Parranda de San Pedro de Guarenas: Un Patrimonio Cultural en Evolución
La Parranda de San Pedro de Guarenas es una manifestación cultural que ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Esta celebración, que se lleva a cabo cada 29 de junio, es más que una danza y un canto; es una historia rica en fe y promesas que se remonta a la época colonial. Recientemente, 15 niños y niñas recibieron sus certificados como Parranderos Integrales en la Escuela de Formación Pablo Núñez, una institución creada en 2024 con el objetivo de preservar y promover esta valiosa tradición.
La profesora Yolibel Cabrera, encargada de la salvaguarda de este patrimonio, enfatiza la importancia de la formación en la escuela. El programa educativo está dividido en tres módulos: la historia de la parranda, la confección y el significado de la indumentaria, así como el arte del canto. Estos componentes son esenciales para que los jóvenes aprendan a dominar tanto la teoría como la práctica de esta tradición cultural, garantizando así su continuidad.
El legado de la Parranda de San Pedro no es solo un acontecimiento festivo; es un símbolo de la identidad cultural de Guarenas. Nació de una promesa hecha por una esclava a San Pedro y ha sido transmitida de generación en generación. Las familias y personalidades emblemáticas de Guarenas, como Pablo Núñez, han desempeñado un papel crucial en la conservación de esta expresión cultural, asegurando que no se pierda con el paso del tiempo.
Durante la festividad del 29 de junio, los parranderos lucen sus trajes tradicionales, que incluyen un frac negro, levita blanca, y un sombrero de copa con cintas de colores. Los "promeseros" realizan sus ofrendas a San Pedro bailando y cantando, acompañados por instrumentos como el "tucusito" y el "cuatro". Este año, la celebración no solo marcó una fecha en el calendario, sino que también fue testigo de la graduación de una nueva generación de guardianes de la parranda, lo que promete un futuro brillante para esta manifestación cultural.
El reconocimiento de la UNESCO en 2013 subrayó la importancia cultural y la resistencia del pueblo venezolano, resaltando la parranda como una expresión de fe y memoria histórica. La creación de la Escuela de Formación Pablo Núñez es una inversión vital en este patrimonio, empoderando a la juventud para ser los futuros custodios de esta música y danza emblemáticas.
Finalmente, la expansión del conocimiento sobre la Parranda de San Pedro es un objetivo central de esta iniciativa. En lugar de ser un tesoro confinado a unas pocas personas, se busca que esta tradición se arraigue profundamente en la comunidad de Guarenas. Con el esfuerzo conjunto de nuevos parranderos y la comunidad, el legado de Pablo Núñez y de todos los fundadores tendrá un eco duradero en las generaciones venideras, asegurando la perpetuidad de la Parranda de San Pedro de Guarenas.