Celebración de los Diablos Danzantes de Yare: Tradición y Fe en Corpus Christi
La Cofradía de los Diablos Danzantes de Yare, ubicada en el estado Miranda, ha sido un pilar de la cultura venezolana desde 1749, celebrando su rica tradición con devoción y fervor. Este miércoles, su primer capataz, Pablo Azuaje, solicitó formalmente al párroco Robert González el permiso para danzar durante la festividad del Corpus Christi. Este acto no solo simboliza la conexión con lo divino, sino que también recalca la importancia de la comunidad y la cultura popular que envuelve a la cofradía.
Durante la solicitud, una multitud de promeseros se reunió en el Santuario Eucarístico Diocesano, donde se postraron en profunda reverencia ante el Santísimo Sacramento. Este momento, cargado de espiritualidad, celebra el triunfo del bien sobre el mal y refuerza el arraigo de esta manifestación cultural en la fe cristiana. El párroco González ofreció un mensaje de esperanza y fortaleza, subrayando la significancia de confiar en el Santísimo Sacramento como fuente de paz ante las adversidades.
La festividad del Corpus Christi se desarrollará en diversas etapas; una procesión con Jesús Sacramentado comenzará a las 7 PM, seguida de un velorio en la Cruz de El Calvario. La cofradía también peregrinará al cementerio municipal para rendir homenaje a los promeseros fallecidos antes de la eucaristía que se celebrará a las 10 AM del día siguiente. Estas actividades no solo demuestran respeto a las tradiciones, sino que también resaltan la unión entre los vivos y los muertos en el contexto de la fe.
La historia de los Diablos Danzantes es un relato de resistencia y gratitud. Nacieron en respuesta a una fuerte sequía en 1749, cuando los pobladores decidieron unirse en oración y liberar a los esclavos para que pudieran rendir homenaje a Jesucristo. La lluvia que llegó en respuesta a sus plegarias marcó el inicio de una tradición que perdura hasta el día de hoy. El vestuario de los diablos, que ha evolucionado con el tiempo, es una representación visual de esta rica historia. Este año, el icónico traje rojo completo, que fue donado por Rómulo Gallegos en 1948, regresará a la celebración, añadiendo un toque nostalgia y simbolismo a la festividad.
Dentro de la cofradía, la presencia femenina ha aumentado notablemente. Más mujeres que hombres participan activamente en la danza y la organización de las festividades, lo que refleja un cambio significativo en la dinámica tradicional. Hoy, las capataces femeninas desempeñan un papel crucial en la preservación y el desarrollo de esta tradición cultural tan arraigada, demostrando que la devoción y el compromiso trascienden el género.
El ritmo de la celebración es marcado por el uso de instrumentos como las cajas (tambores) y maracas, que son fundamentales para la danza y la celebración. Con seis cajeros oficiales y dos auxiliares, el sonido de los tambores resuena profundamente en el corazón de los cofrades. Uno de los cajeros auxiliares, quien ha mantenido su promesa durante 36 años, expresa que su pasión por tocar la caja es una continuación de su devoción al Santísimo Sacramento, mostrando cómo la música se une a la espiritualidad en esta celebración única.
La festividad culminará el domingo 22, pero comienza con una serie de visitas a altares en el pueblo, lo que otorga al evento un carácter comunitario. Manuel Zurita, presidente de la Cofradía de los Danzantes, destacó la importancia de embellecer el entorno para honrar esta celebración. La Casa de los Diablos será el epicentro de estas actividades, marcando una vez más la unión de tradición, comunidad y fe en la celebración del Corpus Christi en Yare.