Impacto de las Lluvias en la Agricultura en los Andes de Venezuela
Las recientes lluvias en los Andes venezolanos han tenido consecuencias devastadoras para la agricultura local, afectando de manera directa a un gran número de pequeños y medianos agricultores. Según Osman Quero Pérez, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), al menos 150 hectáreas agrícolas han sufrido pérdidas totales, mientras que otras 250 hectáreas presentan daños parciales. Este escenario representa un duro golpe para los productores del estado Mérida, donde la mayoría de ellos opera en espacios reducidos, lo que se traduce en una gran afectación para la comunidad agrícola local.
La agricultura en Mérida es esencial no solo para la economía local, sino también para el suministro de alimentos a otras regiones. A pesar del grave panorama, los agricultores han demostrado resiliencia y continúan buscando formas de mantener su producción y distribución de hortalizas. Quero ha subrayado que, pese a las adversidades, los agricultores se están esforzando para cumplir con sus responsabilidades alimentarias. Esto resalta la importancia de resiliencia en un sector que enfrenta desafíos constantes, no solo climáticos, sino también estructurales.
La infraestructura en Mérida ha sido otro aspecto crítico en este contexto. Según Quero, el estado ha sufrido severos daños en sus vías, destacando la destrucción de al menos 17 puentes. A pesar de estos obstáculos, se ha logrado restaurar parte del acceso, como es el caso de la vía El Vigía – Mérida, que es una de las principales salidas de la región. Sin embargo, estos esfuerzos son insuficientes ante el amplio nivel de afectación, que limita el movimiento y transporte de productos agrícolas, y, por ende, afecta el abastecimiento de alimentos.
Las inundaciones que han causado esta situación se produjeron el 24 de junio, y desde entonces los productores han estado planteando la necesidad de visibilizar sus requerimientos y carencias. La situación es particularmente urgente, ya que las lluvias no solo han generado efectos inmediatos en la producción agrícola, sino que también han puesto de manifiesto la fragilidad del sector agroalimentario en Venezuela. Esto resalta la necesidad de un apoyo estructural y sostenido hacia la agricultura, que permita no solo recuperar lo perdido, sino también construir soluciones a largo plazo.
Quero enfatiza que las prioridades en el sector son múltiples y que es fundamental buscar apoyo no solo para la recuperación inmediata de las pérdidas, sino también para abordar las numerosas carencias que enfrenta la agricultura en el país. Esta situación se convierte en un llamado a la acción para que las autoridades y organismos de apoyo presten atención a las necesidades del sector agroalimentario. La agricultura es un pilar fundamental para la seguridad alimentaria y económica, y su fortalecimiento debería ser una prioridad nacional.
Finalmente, el llamado de los productores es claro: se necesita apoyo integral y urgente para enfrentar los retos que plantea el clima y la infraestructura. La agricultura puede desempeñar un papel crucial en la recuperación de la economía venezolana, pero para lograrlo, es esencial atender tanto las consecuencias de situaciones como las recientes lluvias como los problemas estructurales que afectan al campo. La colaboración entre los agricultores, organizaciones y el gobierno podría representar un paso significativo hacia la resiliencia y sostenibilidad del sector agroalimentario en Venezuela.













